envuelto por la bruma.
El inicio astronómico de las estaciones
viene dado, por convenio, como el instante en que la Tierra pasa por una
determinada posición de su órbita alrededor del Sol. En el caso del otoño, esta
posición es desde la que el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el
ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. Cuando esto sucede, la
duración del día y la noche prácticamente coinciden, y por eso, a esta
circunstancia se le llama también equinoccio
de otoño. (Fuente: Ministerio de Fomento).
Foto 2: El Olivar de Yeste.
Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto
Geográfico Nacional – Ministerio de Fomento), el otoño de 2013 comenzará el
domingo 22 de septiembre a las 22 h 44 min, hora oficial peninsular, una hora
menos en Canarias. Esta estación durará 89 días y 20 horas, y terminará el 21
de diciembre con el comienzo del invierno.
Foto 3: Yeste con la bruma de la mañana.
Acortamiento del día.
Esta es la época del año en que la longitud del día se acorta más
rápidamente. A las latitudes de la península, el Sol sale por las mañanas cada
día un poco más tarde que el día anterior y por la tarde se pone antes, siendo
el acortamiento del día especialmente apreciable por las tardes. En definitiva,
en estos días el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte se reduce
en casi tres minutos cada día. (Fuente: Ministerio de Fomento)
La bruma en los
paisajes de otoño.
En los niveles de la troposfera más
próximos a la superficie terrestre, el aire se carga de polvo y partículas que,
en ocasiones, dificultan su transparencia, así como la visibilidad en grado más
o menos variable.
Estas partículas incorporadas a
la atmósfera se comportan de una manera u otra según el grado de humedad del
aire. Entre los distintos casos tenemos, la bruma.
La bruma de los valles del interior, como el valle del
río Segura, contemplada en alguna de las imágenes, está ocasionada por la
condensación del vapor de agua sobre las partículas del aire, dando al paisaje
un aspecto azul grisáceo. En ocasiones, si el tiempo es estable y en calma, situación
propia de un anticiclón, junto con la aparición de una acusada humedad, se pasa de la bruma a la niebla.
Foto 5: El Olivar de Yeste. Al fondo el valle del río Segura.
Amanecer de otoño. Primeras luces
del día. El cielo adopta unos colores azul grisáceos por la presencia de bruma.
Foto 6. Yeste. Amanecer otoñal.