lunes, 23 de septiembre de 2013

YESTE. Comienza el otoño

                              Foto 1: Yeste el día que comienza el otoño. Al fondo el Monte Ardal
                                          envuelto por la bruma.


   El inicio astronómico de las estaciones viene dado, por convenio, como el instante en que la Tierra pasa por una determinada posición de su órbita alrededor del Sol. En el caso del otoño, esta posición es desde la que el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. Cuando esto sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden, y por eso, a esta circunstancia se le llama también equinoccio de otoño. (Fuente: Ministerio de Fomento).


                               Foto 2: El Olivar de Yeste. 

   Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional – Ministerio de Fomento), el otoño de 2013 comenzará el domingo 22 de septiembre a las 22 h 44 min, hora oficial peninsular, una hora menos en Canarias. Esta estación durará 89 días y 20 horas, y terminará el 21 de diciembre con el comienzo del invierno.

                                  Foto 3: Yeste con la bruma de la mañana.


Acortamiento del día.
   Esta es la época del año en que la longitud del día se acorta más rápidamente. A las latitudes de la península, el Sol sale por las mañanas cada día un poco más tarde que el día anterior y por la tarde se pone antes, siendo el acortamiento del día especialmente apreciable por las tardes. En definitiva, en estos días el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte se reduce en casi tres minutos cada día. (Fuente: Ministerio de Fomento)

La bruma en los paisajes de otoño.
En los niveles de la troposfera más próximos a la superficie terrestre, el aire se carga de polvo y partículas que, en ocasiones, dificultan su transparencia, así como la visibilidad en grado más o menos variable.
Estas partículas incorporadas a la atmósfera se comportan de una manera u otra según el grado de humedad del aire. Entre los distintos casos tenemos, la bruma.
La bruma de los valles del interior, como el valle del río Segura, contemplada en alguna de las imágenes, está ocasionada por la condensación del vapor de agua sobre las partículas del aire, dando al paisaje un aspecto azul grisáceo. En ocasiones, si el tiempo es estable y en calma, situación propia de un anticiclón, junto con la aparición de una acusada  humedad, se pasa de la bruma a la niebla.
  
                             Foto 4: El Olivar de Yeste.


                                         Foto 5: El Olivar de Yeste. Al fondo el valle del río Segura.



Amanecer de otoño. Primeras luces del día. El cielo adopta unos colores azul grisáceos por la presencia de bruma.


                               Foto 6. Yeste. Amanecer otoñal.








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